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EL DIA DEL VECINO 2010

El 3 de octubre de 1981 un grupo voluntario de vecinos lograron activarse y con el esfuerzo colectivo recolectaron 20.000 firmas para la propuesta de Ordenanza de áreas de estudio y el ordenamiento urbanístico en el Distrito Sucre, fue un buen ejemplo de participación ciudadana en los asuntos públicos y es precisamente, en conmemoración a ese ejercicio del derecho político a participar que se celebra el Día del Vecino.




Esta referencia histórica la he obtenido de la Declaración que la Escuela de Vecinos presentara a la comunidad el 30 de septiembre de 2009, la cual se tituló Vecinos organizados hay un reto social: Construir Municipios Participativos (http://www.sinergia.org.ve/vecinos-organizados-hay-un-reto-social-constr...) y que se registra en el portal web de SINERGIA.



En ese documento se hacia un llamado para que el 2010 fuera asumido como el “Año del Municipio Participativo”, y bajo ese slogan promover acciones que lograran un mayor vínculo democrático entre vecinos y municipios; que oportuno hubiera sido, además de simbólico y mediático, que algún grupo de la llamada sociedad civil, hubiera organizado algún acto o algún evento que pudiera haber elevado una voz de alerta y de reflexión a los vecinos en relación a la crisis que hoy padece el Municipio como entidad política territorial y sobre su destino como actor de la descentralización en Venezuela.



La crisis del municipio tiene varios aspectos, uno es el financiero y que afecta directamente el presupuesto del 2011, porque a través de reformas legislativas se han reducido los ingresos adicionales que años atrás eran parte de los recursos que podían utilizar los gobiernos locales en beneficio de la comunidad, me refiero a la eliminación del Fides y de la LAEE. En este aspecto ahora entra como actor político el Consejo Federal de Gobierno, las Comunas y los Consejos Comunales; es esencial que los vecinos entiendan el impacto de estos cambios legislativos en la dinámica local.



Otro aspecto en el que se evidencia la crisis del municipio, se traduce en la centralización de competencias, que va debilitando su capacidad de respuesta inmediata al ciudadano, ejemplo de ello se puede mencionar en el área ambiental el requerimiento de la tala de árboles que ha quedado en manos del poder central y el registro civil que recientemente ha sido asumido legalmente por el Consejo Nacional Electoral.



Si a eso le agregamos que el proyecto de ley de comunas plantea que independientemente de los límites geográficos de un municipio puede crearse una Comuna, con autogobierno, recursos y estructura propia e independiente del poder municipal, es entonces evidente que estaríamos en presencia de la creación de una entidad política territorial, que contaría con el impulso del gobierno central y en cualquier momento por efecto de la asfixia institucional terminaría imponiéndose y sustituyendo al municipio.



A lo anterior se le debe agregar un último aspecto que es el político y que tiene que ver con la falta de renovación de autoridades en el poder legislativo local: concejo municipal y del ente político territorial desconcentrado llamado: Junta Parroquial, lo cual debilita la actuación del poder municipal.



El vínculo entre vecino y municipio, al cual hacía mención la Escuela de Vecinos en el 2009, hoy se convierte en la estrategia más inmediata y esencial para que a través de los mecanismos de participación legal, gobiernos locales y vecinos logren abrir un debate plural, incluyente y público que centre su reflexión en el destino del municipio como entidad política primaria, como la forma de organiza el territorio nacional y como un actor fundamental en un Estado que por Constitución es definido Federal y Descentralizado.



El DIA DEL VECINO parciera que pasó despercibido, en honor a ese esfuerzo realizado en 1981, hoy el país nos exige que no permitamos que el deabte político que toca de fondo nuestra organización comos sociedad política y humana pase desapercibida y nos sorprenda con cambios que rompen drásticamente con nuestra tradición histórica.



Carlos R.

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