Con fecha 27 de febrero 2011, El Universal, en su versión digital informa en positivo sobre los espacios públicos en el boulevar La Carlota, la nota señala:
Comer una crepe, pizza o pasta, luego tomar un café e ir a pasear por un bulevar lleno de vida. Los vecinos de La Carlota conservan el pasado reciente de su paseo peatonal como un mal recuerdo. Pero en los últimos tiempos, el espacio volvió a ser una opción.
Todas las tardes, los alrededores se comienzan a llenar de caraqueños que vienen de todas partes a disfrutar en familia.
Verónica Morales, vecina, recuerda que cuando se mudó a La Carlota, hace 4 años, no visitaba el bulevar por temor: "Esto estaba abandonado, oscuro y era la típica guarida de la delincuencia". Ahora Morales lleva a pasear todos los días a su hija de 3 años.
Carla Tovar y Andrés Morales fueron este miércoles desde Montalbán a cenar allí y luego a caminar. Yaneth Sánchez, vecina, baja de su apartamento cada tarde a compartir: "Tengo años viviendo aquí y no conocía a mis vecinos, no nos veíamos las caras. Este se convirtió en nuestro espacio".
La Carlota pasó de ser una hacienda a urbanización cerca de los años 50. En 2006, el ex alcalde del municipio Sucre, José Vicente Rangel Ávalos, anunció la recuperación del bulevar, pero su mandato concluyó con las obras a medias. Las losas de piedra, que formaban la caminería, pasaron a ser cemento y las jardinerías se perdieron.
Para Blanca Valera, habitante del sector, además del rescate del paseo, lo más importante ha sido la ganancia en seguridad en los últimos meses. Leonardo Sande, dueño de la pizzería Mister Pepe, en la avenida principal, cuenta que conoce a los policías por su nombre.
"El bulevar de La Carlota tiene la ventaja de estar cerca del Metro, de la avenida Francisco de Miranda y de la autopista. Nosotros recuperamos el bulevar, toda la iluminación y la vigilancia. Hay iniciativas privadas con restaurancitos nuevos muy agradables, hay ganas de invertir y eso es bueno", afirmó el alcalde, Carlos Ocariz.
El programa de policías de contacto funciona desde marzo del año pasado, con 12 efectivos asignados a la zona, según explicó el inspector de Polisucre, Edmar Montecerin. La particularidad de estos oficiales es que hacen sus rondas a pie, con la idea de acercarse a los visitantes y la comunidad.
Atrévase a dar un paseo por sus 200 metros entre árboles y viejos edificios de tres pisos. La ciudad aún tiene que ofrecer.
Todas las tardes, los alrededores se comienzan a llenar de caraqueños que vienen de todas partes a disfrutar en familia.
Verónica Morales, vecina, recuerda que cuando se mudó a La Carlota, hace 4 años, no visitaba el bulevar por temor: "Esto estaba abandonado, oscuro y era la típica guarida de la delincuencia". Ahora Morales lleva a pasear todos los días a su hija de 3 años.
Carla Tovar y Andrés Morales fueron este miércoles desde Montalbán a cenar allí y luego a caminar. Yaneth Sánchez, vecina, baja de su apartamento cada tarde a compartir: "Tengo años viviendo aquí y no conocía a mis vecinos, no nos veíamos las caras. Este se convirtió en nuestro espacio".
La Carlota pasó de ser una hacienda a urbanización cerca de los años 50. En 2006, el ex alcalde del municipio Sucre, José Vicente Rangel Ávalos, anunció la recuperación del bulevar, pero su mandato concluyó con las obras a medias. Las losas de piedra, que formaban la caminería, pasaron a ser cemento y las jardinerías se perdieron.
Para Blanca Valera, habitante del sector, además del rescate del paseo, lo más importante ha sido la ganancia en seguridad en los últimos meses. Leonardo Sande, dueño de la pizzería Mister Pepe, en la avenida principal, cuenta que conoce a los policías por su nombre.
"El bulevar de La Carlota tiene la ventaja de estar cerca del Metro, de la avenida Francisco de Miranda y de la autopista. Nosotros recuperamos el bulevar, toda la iluminación y la vigilancia. Hay iniciativas privadas con restaurancitos nuevos muy agradables, hay ganas de invertir y eso es bueno", afirmó el alcalde, Carlos Ocariz.
El programa de policías de contacto funciona desde marzo del año pasado, con 12 efectivos asignados a la zona, según explicó el inspector de Polisucre, Edmar Montecerin. La particularidad de estos oficiales es que hacen sus rondas a pie, con la idea de acercarse a los visitantes y la comunidad.
Atrévase a dar un paseo por sus 200 metros entre árboles y viejos edificios de tres pisos. La ciudad aún tiene que ofrecer.
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