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¿Cómo debatir sobre las Comunas si no valoramos al Municipio?



Recientemente viajé a una zona rural del país a los fines de atender una invitación para informar sobre las Comunas, el Municipio y la participación ciudadana.  En la medida que me acercaba al pequeño pueblito, bien escondido entre montañas, me dirigí a un caserío y en ese recorrido me preguntaba ¿qué significado tendrá en ese espacio geográfico del territorio el Municipio y qué significado tendrá las Comunas?

Desde la plaza principal del hermoso pueblo, engalanado de naturaleza y silencioso por su tranquilidad, pude percibir físicamente una comunidad que claramente tiene la Revolución Bolivariana como su única referencia y al igual que en las ciudades, cuando consulté a un grupo de personas si conocían a su concejal, por ejemplo, la respuesta fue negativa.

Así como en sectores urbanos se pide información, se quiere mayor orientación, en aquél punto geográfico también se tiene las mismas inquietudes y las mismas dificultades en cuanto al registro, a la participación y a los recursos financieros a través de los Consejos Comunales.

Pregunté allí ¿qué era la Comuna?, y la respuesta fue sencilla: es la reunión de Consejos Comunales para construir proyectos macro.   Respuesta que no desarrolla para nada el concepto que se expresa en el diseño legal del “autogobierno comunal”.   Una respuesta además, que la veo reflejada en una nota de prensa publicada por el Ministerio de las Comunas de fecha 16 de noviembre del 2012[1], en la que presentan la Comuna como la forma de organización que garantiza a los jóvenes oportunidades de empleo y de adquisición de vivienda propia.

El artículo en cuestión presenta una “aparente” Comuna Socialista llamada “La Buena Cosecha” que se organiza en base a la creación de varias formas de organización de lo que hoy se ha presentado como economía comunal.  En esa Comuna llamada “La Buena Cosecha”, ubicada en el estado Táchira, el Ministerio para las Comunas informa que hay: una Empresa de Producción de Alimentos llamada Granja Integral “Los Jazmines”, administrada por un consejo comunal; una Empresa de Propiedad Social llamada “La Buena Cosecha” que es una planta despulpadora de frutas con más de 50 productores de la zona; otra empresa de propiedad social dedicada al transporte llamada “Colinas de Betanía”, y además 2 fincas productivas de propiedad social para el desarrollo cafetalero.

La nota de prensa señala que allí  hay 51 viviendas construidas por el Poder Popular y que la Comuna “La Buena Cosecha” se ha venido organizando desde el año 2010  para conformarse como una Comuna de 5.907 habitantes y 1.350 familias.  La nota de prensa señala que es hasta el año 2011 cuando logran redactar la carta fundacional, que es precisamente el documento que daría nacimiento a la Comuna.  La nota no señala nada sobre el tema de la aprobación de esa Carta Fundacional, pues la única forma que la Ley Orgánica de Comunas establece para que una Comuna sea formalmente asumida como tal es precisamente la aprobación popular de una Carta Fundacional.

Si el referendo es el mecanismo previsto para aprobar la Carta Fundacional de la Comuna, y si esa zona que se identifica como Comuna “La Buena Cosecha”, es similar al caserío que conocí, sin duda gana la Comuna, pues el vacío en información y presencia del Municipio hace que aquellos ciudadanos estén totalmente desvinculados al Municipio y sus instituciones, por lo tanto no logran valorar al Municipio como una necesidad.

Así como el Ministerio de las Comunas en su nota presenta las Comunas como una oportunidad para que los jóvenes consigan trabajo y para adquirir viviendas, ¿qué y quién presenta una oferta alternativa desde el Municipio?, para ello debemos preguntarnos:  ¿Existe una visión de municipio en esas comunidades por parte de los líderes locales que pueda presentarse como alternativa?.  

Hasta ahora sólo encuentro a mí alrededor debates, foros y asambleas advirtiendo los peligros de las Comuna, pero no encuentro ningún mensaje, ninguna propuesta, ningún debate sobre el Municipio, que permita comprender las ventajas del Municipio como modelo de organización para el desarrollo integral y el ejercicio de los derechos políticos de cada uno de los ciudadanos.   Por lo tanto no hay debate, sólo críticas y advertencias, pero no hay orientación, información y alternativa que se presente a los ciudadanos para que compren la idea de rescatar al Municipio y sus instituciones.

El Municipio que se diseñó en el año 2005 está en crisis, las Comunas no sólo aparecen como entidad local especial dentro del Municipio a partir de la reforma de la Ley Orgánica del Poder Público Municipal en el año 2010, sino que además, son actores principales en el Consejo Local de Planificación Pública, instancia corresponsable de la función de planificación del Municipio.   Como sociedad nos hemos olvidado del Municipio. Es el momento de repensar el Municipio.

Carlos Romero Mendoza.

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