Baruta, pedacito de tierra que se presenta con distintos rostros de ciudad, cada uno por su lado, pero conectados con las rutas de montaña que entre naturaleza y cemento, nos brinda la posibilidad de disfrutar desde algún ángulo y en posición privilegiada de la imagen de un Avila con nuestra Caracas a sus pies.
La letra de su Himno nos enlaza con el Cacique Baruta, nos habla de sus buenos vecinos, de una tierra en la que se aprende a querer, con una historia vibrante y un pueblo en fecunda labor.
Su historia registra dos fechas, próximas a conmemorar, que marcan el ADN de este territorio que hoy luce como ciudad, la primera de esas fechas es el 19 de agosto de 1620 y la segunda es el 22 de septiembre de 1987, una nos lleva a 390 años atrás cuando formalmente se funda el Pueblo de Baruta y la otra nos recuerda lo joven de nuestro Poder Municipal, pues nos remonta a 23 años atrás cuando nació formalmente la autonomía municipal de Baruta.
Esas dos fechas, representan el origen de lo que hoy somos como municipio, como sociedad y como comunidad, en ellas se marcó el inicio de un proceso que es continuo e infinito de construcción y evolución de un sociedad organizada, y que a lo largo de los años ha venido acumulando experiencias positivas y negativas, que deben ser vistas como aprendizaje de una sociedad que busca mejorar con el paso del tiempo.
La conmemoración de estos 390 años del pueblo de Baruta y de los 23 de nuestra autonomía municipal, coincide históricamente con la propuesta oficialista de crear una entidad local denominada Comuna, que no necesariamente respondería a los límites legales del municipio, y que plantea un diseño que trae consigo su propia organización y estructura, que a todas luces amenaza con sustituir la figura del Municipio.
La Comuna, como está planteada en el proyecto aprobado en primera discusión, hace que esa instancia local de organización de la sociedad pierda la autonomía lograda hace 23 años, pues a través de su Parlamento Comunal, Banco Comunal y Consejo de Planificación Comunal, se impondrán los lineamientos del poder central establecidos en el Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación, en el Plan de Desarrollo Regional que corresponda y los lineamientos que emanen del Decreto que cree el Distrito Motor de Desarrollo, instrumentos todos que responden a una proyecto centralizado denominado Estado Socialista.
Esta realidad impone a nuestra condición de vecinos y de ciudadanos, un deber, no sólo constitucional, sino moral, de informarnos y de participar con otros vecinos en acciones que permitan demostrar el reconocimiento al municipio como modelo de organización local que ha existido desde la colonia, y en cuya instancia, desde su estructuras más tradicional: el cabildo, ocurrieron los hechos del 19 de abril de 1810.
En el marco de estas fechas históricas municipales debemos preguntarnos ¿qué hacer como ciudadanos y como vecinos?, la respuesta a esta pregunta estará condicionada a qué tanto se identifica usted con las instituciones municipales y con este pedacito de territorio llamado Baruta. Lo que si tengo claro es que nuestra inacción ante la amenaza real contra la municipalidad en el país es contribuir con el desconocimiento de las instituciones políticas municipales constitucionalmente creadas y de nuestra propia historia patria
La letra de su Himno nos enlaza con el Cacique Baruta, nos habla de sus buenos vecinos, de una tierra en la que se aprende a querer, con una historia vibrante y un pueblo en fecunda labor.
Su historia registra dos fechas, próximas a conmemorar, que marcan el ADN de este territorio que hoy luce como ciudad, la primera de esas fechas es el 19 de agosto de 1620 y la segunda es el 22 de septiembre de 1987, una nos lleva a 390 años atrás cuando formalmente se funda el Pueblo de Baruta y la otra nos recuerda lo joven de nuestro Poder Municipal, pues nos remonta a 23 años atrás cuando nació formalmente la autonomía municipal de Baruta.
Esas dos fechas, representan el origen de lo que hoy somos como municipio, como sociedad y como comunidad, en ellas se marcó el inicio de un proceso que es continuo e infinito de construcción y evolución de un sociedad organizada, y que a lo largo de los años ha venido acumulando experiencias positivas y negativas, que deben ser vistas como aprendizaje de una sociedad que busca mejorar con el paso del tiempo.
La conmemoración de estos 390 años del pueblo de Baruta y de los 23 de nuestra autonomía municipal, coincide históricamente con la propuesta oficialista de crear una entidad local denominada Comuna, que no necesariamente respondería a los límites legales del municipio, y que plantea un diseño que trae consigo su propia organización y estructura, que a todas luces amenaza con sustituir la figura del Municipio.
La Comuna, como está planteada en el proyecto aprobado en primera discusión, hace que esa instancia local de organización de la sociedad pierda la autonomía lograda hace 23 años, pues a través de su Parlamento Comunal, Banco Comunal y Consejo de Planificación Comunal, se impondrán los lineamientos del poder central establecidos en el Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación, en el Plan de Desarrollo Regional que corresponda y los lineamientos que emanen del Decreto que cree el Distrito Motor de Desarrollo, instrumentos todos que responden a una proyecto centralizado denominado Estado Socialista.
Esta realidad impone a nuestra condición de vecinos y de ciudadanos, un deber, no sólo constitucional, sino moral, de informarnos y de participar con otros vecinos en acciones que permitan demostrar el reconocimiento al municipio como modelo de organización local que ha existido desde la colonia, y en cuya instancia, desde su estructuras más tradicional: el cabildo, ocurrieron los hechos del 19 de abril de 1810.
En el marco de estas fechas históricas municipales debemos preguntarnos ¿qué hacer como ciudadanos y como vecinos?, la respuesta a esta pregunta estará condicionada a qué tanto se identifica usted con las instituciones municipales y con este pedacito de territorio llamado Baruta. Lo que si tengo claro es que nuestra inacción ante la amenaza real contra la municipalidad en el país es contribuir con el desconocimiento de las instituciones políticas municipales constitucionalmente creadas y de nuestra propia historia patria
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