COn fecha 21 de noviembre de 2010, El Universal recoge un interesante reportaje sobre la conducta de los ciudadanos ante la realidad del país, muy interesante que transcribo a continuación:
MAYE ALBORNOZ | EL UNIVERSAL
domingo 21 de noviembre de 2010 12:00 AM
"solo comparto con mi hija los fines de semana" "Me robaron dos veces en un año" El escenario: la estación del Metro de Plaza Venezuela. Dos peleas con muy corto tiempo de diferencia, ambas en las primeras horas de la tarde. En la segunda, los protagonistas pasaron de los puños a los cuchillos. Lo que más sorprendió a Marino Alvarado, el testigo y presidente de la ONG de defensa de los derechos humanos Provea, no fue que el resto de los usuarios no intentaron separarlos, sino que aquello se convirtió en un espectáculo.
Algo está cambiando en Caracas. El coctel de una pobre calidad de vida, la sensación de imposibilidad de cambiar las cosas y el nerviosismo, pueden generar según los expertos, cansancio, violencia y la extinción del espíritu de la solidaridad con los otros.
Para el sociólogo Tito La Cruz, profesor del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la UCAB, la agresividad y tensión tienen que ver conque no ha habido una política continua y expresa para resolver los problemas cotidianos de tráfico, inseguridad, ineficacia en los servicios y falta de espacios públicos de calidad.
"Si llueve, uno lo asocia con problemas; si un familiar sale, nos ataca el estrés. Somos un manojo de nervios y eso nos hace sentirnos muy incómodos. No digo que el caraqueño se haya vuelto triste, es más agotamiento", afirmó.
El psicólogo clínico Luis Caldera le suma la angustia, un sentimiento que se puede generar adrede. "Este Gobierno no tiene interés en componer los temas de seguridad o económicos, se trata de tácticas psicológicas. El caraqueño y en general el venezolano terminan tan angustiados por resolver su inmediatez que no les queda tiempo de preocuparse o reclamar las irregularidades en su entorno".
El especialista asegura que el resultado es un individuo poseído por el miedo, presa de un estado emocional que lo anula y que le hará pensar sólo en que no tiene cómo pagar tal o cual servicio, que le van a quitar su apartamento y tantas cosas. "Esas personas, que son muchas, ya cayeron en la trampa, en la del miedo", afirmó.
Para el sociólogo y profesor titular de la UCV, Trino Márquez, la paciencia de los ciudadanos se está colmado y también hay quienes logran canalizar esos sentimientos con las protestas. Toma el ejemplo de los 35 usuarios del Metro que, espontáneamente, decidieron hacer sentir su molestia.
"Fue una protesta airada, pero legítima. Es un comportamiento inevitable porque la gente no observa que se estén haciendo esfuerzos para resolver los problemas, que haya un plan para mejorar la infraestructura y los servicios públicos", aseguró.
El experto criticó que en el Metro, que en vez de hacer un concurso con los mejores gerentes, hayan designado como presidente a Haiman El Troudi, sin ninguna experiencia en esa área. A su juicio, la situación se traslada a los ámbitos de la salud, la vivienda, la economía y todos los servicios.
En las manifestaciones pacíficas y la estimulación de las formas de organización de usuarios, consumidores y comunidades está la clave para romper el círculo negativo, según apunta Márquez.
Caldera opina que cada venezolano adulto tendría que asumir su responsabilidad sobre la ciudad, más allá del ámbito individual. Velar porque las autoridades cumplan sus funciones: "Una persona sola no puede combatir una estructura política fuertemente afianzada, pero yo sí puede cuidar su entorno inmediato. Al volverse indiferente, está otorgando poderes. Hay que hacerse responsable, atacar la angustia, dejar de achacársela a otro".
La Cruz considera que el esfuerzo ciudadano tiene que ir orquestado con el del Gobierno central y las autoridades locales. Las metrópolis colombianas Medellín y Bogotá, con graves problemas de violencia y servicios públicos, son ejemplos de que sí se puede mejorar: "Detrás de ninguno de los grandes cambios hay una sola persona".
Fuente:
http://www.eluniversal.com/2010/11/21/ccs_art_caraqueno,-triste-y_2111379.shtml?utm_source=newsletter&utm_medium=email&utm_campaign=newsEUccs
MAYE ALBORNOZ | EL UNIVERSAL
domingo 21 de noviembre de 2010 12:00 AM
"solo comparto con mi hija los fines de semana" "Me robaron dos veces en un año" El escenario: la estación del Metro de Plaza Venezuela. Dos peleas con muy corto tiempo de diferencia, ambas en las primeras horas de la tarde. En la segunda, los protagonistas pasaron de los puños a los cuchillos. Lo que más sorprendió a Marino Alvarado, el testigo y presidente de la ONG de defensa de los derechos humanos Provea, no fue que el resto de los usuarios no intentaron separarlos, sino que aquello se convirtió en un espectáculo.
Algo está cambiando en Caracas. El coctel de una pobre calidad de vida, la sensación de imposibilidad de cambiar las cosas y el nerviosismo, pueden generar según los expertos, cansancio, violencia y la extinción del espíritu de la solidaridad con los otros.
Para el sociólogo Tito La Cruz, profesor del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la UCAB, la agresividad y tensión tienen que ver conque no ha habido una política continua y expresa para resolver los problemas cotidianos de tráfico, inseguridad, ineficacia en los servicios y falta de espacios públicos de calidad.
"Si llueve, uno lo asocia con problemas; si un familiar sale, nos ataca el estrés. Somos un manojo de nervios y eso nos hace sentirnos muy incómodos. No digo que el caraqueño se haya vuelto triste, es más agotamiento", afirmó.
El psicólogo clínico Luis Caldera le suma la angustia, un sentimiento que se puede generar adrede. "Este Gobierno no tiene interés en componer los temas de seguridad o económicos, se trata de tácticas psicológicas. El caraqueño y en general el venezolano terminan tan angustiados por resolver su inmediatez que no les queda tiempo de preocuparse o reclamar las irregularidades en su entorno".
El especialista asegura que el resultado es un individuo poseído por el miedo, presa de un estado emocional que lo anula y que le hará pensar sólo en que no tiene cómo pagar tal o cual servicio, que le van a quitar su apartamento y tantas cosas. "Esas personas, que son muchas, ya cayeron en la trampa, en la del miedo", afirmó.
Para el sociólogo y profesor titular de la UCV, Trino Márquez, la paciencia de los ciudadanos se está colmado y también hay quienes logran canalizar esos sentimientos con las protestas. Toma el ejemplo de los 35 usuarios del Metro que, espontáneamente, decidieron hacer sentir su molestia.
"Fue una protesta airada, pero legítima. Es un comportamiento inevitable porque la gente no observa que se estén haciendo esfuerzos para resolver los problemas, que haya un plan para mejorar la infraestructura y los servicios públicos", aseguró.
El experto criticó que en el Metro, que en vez de hacer un concurso con los mejores gerentes, hayan designado como presidente a Haiman El Troudi, sin ninguna experiencia en esa área. A su juicio, la situación se traslada a los ámbitos de la salud, la vivienda, la economía y todos los servicios.
En las manifestaciones pacíficas y la estimulación de las formas de organización de usuarios, consumidores y comunidades está la clave para romper el círculo negativo, según apunta Márquez.
Caldera opina que cada venezolano adulto tendría que asumir su responsabilidad sobre la ciudad, más allá del ámbito individual. Velar porque las autoridades cumplan sus funciones: "Una persona sola no puede combatir una estructura política fuertemente afianzada, pero yo sí puede cuidar su entorno inmediato. Al volverse indiferente, está otorgando poderes. Hay que hacerse responsable, atacar la angustia, dejar de achacársela a otro".
La Cruz considera que el esfuerzo ciudadano tiene que ir orquestado con el del Gobierno central y las autoridades locales. Las metrópolis colombianas Medellín y Bogotá, con graves problemas de violencia y servicios públicos, son ejemplos de que sí se puede mejorar: "Detrás de ninguno de los grandes cambios hay una sola persona".
Fuente:
http://www.eluniversal.com/2010/11/21/ccs_art_caraqueno,-triste-y_2111379.shtml?utm_source=newsletter&utm_medium=email&utm_campaign=newsEUccs
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