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Un Municipio legitimado frente al diseño comunal.

Luego de 18 años, los venezolanos volvimos a experimentar la elección directa, secreta y universal de alcaldes y concejales en un mismo acto electoral, recordemos que las elecciones locales de 1989, 1992 y 1995 fueron realizadas en conjunto y que luego de ese período las elecciones para alcaldes y concejales fueron realizadas en procesos separados.   El gran ausente en el proceso electoral del 8 de diciembre fueron las juntas parroquiales, expropiadas de la lista de opciones electorales a partir del año 2010.
 
Si comparamos las elecciones locales realizadas desde 1989 hasta el año 1995 con las elecciones del 8 de diciembre 2013,  viéndolas desde la perspectiva de la participación y la abstención y tomando en consideración que fueron procesos electorales estrictamente locales, donde las autoridades locales se relegitimaron en una misma oportunidad y en su totalidad, permite destacar la extraordinaria participación de los electores el pasado 8 de diciembre.

Durante el período comprendido entre 1989 y 1995 el promedio de participación fue de aproximadamente 46% y el de abstención de 53%.  Específicamente el CNE[1] en su portal web recuerda que en el año 89 la abstención fue de 54,8%, en el 92 del 50,7 % y en el 95 de un 54,3%, por lo tanto una participación del 58,92% en el 2013 nos indica que hubo una abstención que está por debajo del promedio del histórico en procesos similares.

Importante es acotar que en el año 2000 y 2005 las elecciones de concejales y juntas parroquiales se realizaron en una fecha diferente a la elección de alcaldes, entonces, la abstención para éstos procesos locales estuvo entre los 70% en el 2000 y 60% en el 2005.   En la última elección de alcaldes realizada en el año 2008, se registró una baja abstención como consecuencia de una participación aproximada del 60% del electorado[2].   

Es importante recordar, que el 8 de diciembre 2013 también se recuperó la oportunidad política de elegir de manera directa, secreta y universal a los Concejales, pues por 8 años las elecciones para concejales habían quedado pendientes en la agenda política.   Por lo tanto un importante logro de este proceso electoral lo constituye sin lugar a dudas la relegitimación del Poder Público Municipal a través de la significativa participación ciudadana.

Relegitimar las autoridades locales fortalece institucionalmente al Poder Público Municipal e introduce nuevos actores locales que brindan al Municipio la oportunidad de renovarse y reencontrarse con sus electores.   Es necesario, no quedarse en el análisis cuantitativo en relación a Alcaldías ganadas, es importante, anexar a ese análisis la cantidad de concejales que hoy hacen plural la conformación de muchos Concejos Municipales y que además, generan una importante dinámica política en la gobernabilidad local.

El Municipio salió fortalecido institucionalmente, hay nuevos actores políticos que con los mecanismos de participación previstos en la Ley Orgánica del Poder Público Municipal, pueden claramente cumplir una función de facilitadores de procesos políticos locales en la tarea de reconstruir la democracia local.   La creatividad e inteligencia, unida a una estrategia política en Unidad garantizará que los gobiernos locales puedan con sus resultados restaurar los vínculos institucionales fracturados con el elector y marcar así,  un sello que reivindique a nivel nacionalel valor de las instituciones locales y exponga la necesidad de más democracia.

El Plan de la Patria y el conjunto de leyes dictadas para imponer el Socialismo, constituyen sin duda el principal reto político de las nuevas autoridades.  Independientemente del número de alcaldías y concejales ganadas por la Unidad, en la medida que cada uno de esos nuevos actores políticos reivindique la institución política local y la representación que ejercen, en esa misma medida irán redefiniendo el rol del Municipio como actor de una verdadera inclusión y promotor de la democracia local.

La participación electoral no es suficiente para recuperar la democracia, la relegitimación del Poder Público Municipal es un primer paso, que facilita el camino en muchos municipios del país para promover desde lo local, una mayor participación ciudadana que complemente, fortalezca  y acompañe el camino a recorrer para construir los consensos necesarios para recuperar un país que funcione para todos, en el que todos podamos convivir y contribuir en la construcción del progreso y del desarrollo, pero además, donde podamos sentirnos realmente ciudadanos.
 
 
Carlos Romero Mendoza.




[1] Consejo Nacional Electoral.  Elecciones (1989-2000). Recuperado el 9 de diciembre 2013.Online en: http://www.cne.gob.ve/web/documentos/estadisticas/e009.pdf
[2] Analítica.com.  Opositores Ganaron en Miranda, Caracas, Zulia, Nueva Espara y Táchira. 24 de noviembre 2008. Online en:http://www.analitica.com/va/sintesis/nacionales/1663953.asp

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