“¿Cómo y por qué en Venezuela sin más tradiciones municipales autóctonas que aquella legendaria, la idea cardinal del Municipio, siquiera en cuanto a fundamento teórico de organización política, ha pasado cual inmune salamandra por entre las voraces llamadas de todas nuestras contiendas y resistido tanto empeño consecutivo de cambios y reformas, para quedar siempre con vida sobre ruinas de costumbres, de leyes y de Gobiernos.”
Esta inquietud correspondió a Francisco Linares Alcántara (hijo), durante las palabras de instalación del I Congreso de Municipalidades de Venezuela convocado por el General Juan Vicente Gómez en el marco de la conmemoración de los 100 años de la Independencia Venezolana.
Para el profesor Robinzon Meza, esta reunión de los Municipios en 1911 abre las puertas al Siglo del Municipalismo en Venezuela, pues, fue precisamente durante esa centuria cuando se “acentúan las transformaciones que afectan al Municipio, desde la ruptura con la dominación hispánica, tanto en su estructura y organización interna, como en el papel que se le ha asignado en la conformación política y administrativa del Estado.”[1]
En el Siglo XX aparece por primera vez en la Constitución de 1911 el principio de la autonomía municipal y luego en la Constitución de 1925 la lista de las competencias Municipales. Es en 1978 cuando se aprueba la Ley Orgánica del Régimen Municipal, oportuno es recordar que desde hasta ese año 1978, las normas estadales, y las Constituciones Provinciales, hoy Constituciones de los Estados, era la fuente principal de la regulación de la dinámica municipal.
La década de los 60 y 70 tuvo gran impulso el estudio e investigación política, histórica y jurídica el municipalismo en Venezuela, es así como en el año 1960 se realiza la II Convención de Municipalidades en Venezuela[2], y según señala el Profesor Meza, se iniciaron una serie de eventos llamados: Congresos de Cooperación Intermunicipal a partir del año 1967. Es importante destacar que como consecuencia de esa II Convención se crea en 1962 FUNDACOMUN, que luego pasó en el año 2008 sin resistencia alguna, a llamarse FUNDACOMUNAL.
El Profesor Meza, además, nos recuerda la existencia de organizaciones como la Asociación Venezolana de Cooperación Intermunicipal creada desde 1964, el Centro de Estudios Municipales en 1984 y el Centro de Información Municipal de 1992, entre muchos otros como el Centro Iberoamericano de Estudios Provinciales y Locales (CIEPROL) en Mérida, que impulsaron mayor interés en profundizar los estudios del Municipio.
En relación a la La Ley Orgánica del Régimen Municipal de 1978, es importante señalar que no logró impulsar la autonomía local y menos aún logró concretar el significado y alcance del Municipio como unidad política primaria. Tan es así, que en el año 1986 una carta de la Comisión Presidencial para la Reforma del Estado (COPRE) advertía que el régimen municipal se había convertido en una especie de pesadilla del proceso político Venezolano. Si, reconocía la COPRE, los Dirigentes Políticos de entonces manifestaban la voluntad de impulsar cambios, estos no se concretaban. La COPRE en su Balance de 1994-1998 afirmaba la necesidad de repensar al Municipio[3].
En 1989 se reforma a la Ley Orgánica del Régimen Municipal y se introduce la figura del Alcalde. La Ley de 1978 eliminó la figura de autoridad ejecutiva ejercida hasta entonces por el Prefecto, llamado anteriormente Jefe del Municipio. Se recupera con la figura del Alcalde el rol ejecutivo, y luego es en la Ley Orgánica del Poder Público Municipal de 2005 cuando se recupera la separación orgánica de los poderes municipales, que fue una constante en el diseño Municipal cuando el mismo era regulado por las Constituciones Provinciales.
Hoy podemos repetir las siguientes palabras de Francisco Linares Alcántara (hijo) en el acto inaugural de aquél I Congreso de Municipalidades de 1911, cuando afirmó que aún cuando la Entidad Municipal “se ha mantenido aquí, en principio, como fundamento invariable de organización política, por otra parte ha venido menguando deplorablemente bajo el peso de la enorme inestabilidad constitucional, y de otras influencias análogas….”
Advirtió entonces Linares Alcántara (hijo) que el Municipio como hermosa institución advirtió necesitaba “urgentemente volver sobre sí misma, reaccionar contra todos los achaques o estigmas que le han traído a menguada degeneración, reivindicar enérgica y consecutivamente de propia iniciativa, no sólo cuanto se ha dejado arrebatar por calamitosas tendencias invasoras y sin freno, sino también todo aquello a que por negligencia o atonía ha venido renunciando tristemente” [4].
Es importante recordar a Luis Salamanca en 1983, cuando afirmó que el I Congreso de Municipalidades, sólo sirvió para evidenciar el creciente deterioro del Poder Municipal “sometido a los vaivenes del enguerrillamiento crónico del país, al aventurerismo caudillesco, las crisis económicas y derivado de todas estas razones la paulatina y trágica degeneración física y mental del núcleo primario de la República. [5]”
Salamanca concluía que paradójicamente pese al derrumbe de 100 años evidenciado en ese I Congreso de Municipalidades, se mantenía la idea del municipio como el asiento de la democracia, así como también, la necesidad de fortalecerlo en su autonomía política y económica.
A pocas semanas de la elección Municipal vale preguntarnos ¿sigue inmune la idea que el Municipio es el asiento de la democracia?. ¿Qué pasó con los aportes al desarrollo, estudio e investigación sobre el municipalismo de los años 60 y 70 que a inicios del Siglo XXI pareciera que simplemente no trascendieron en el ADN de la sociedad Venezolana?, y que el gobierno aprovechando ese vacío haya promovido el diseño del Estado Comunal.
El 8 de diciembre 2013 no es cualquier elección, no se trata de simplemente opinar sobre un modelo de gestión, se trata de opinar y elegir un modelo de organización política, social y económica: el Municipio o la Comuna. El gran reto histórico es elegir Alcaldes y Concejales que tengan la capacidad de repensar al Municipio como actor esencial en la recuperación de una Democracia plural e incluyente y que con participación logren la inclusión social en la tarea de construir el Estado Federal y Descentralizado que exige la Constitución.
Carlos Romero Mendoza.
[1] MEZA, Robinzon. Ideas sobre el Municpio en Venezuela (Siglo XX). Presente y Pasado. Revista de Historia. Año IV. No.7. Mérida-Venezuela (Enero-Junio 1999). Pp. 7-32
[2] ROMERO, Carlos. Reconocimiento y Encuentro Presidencial con Municipalidades en Venezuela. 17 de noviembre 2013. Online en: http://algomunicipal.blogspot. com/2013/11/reconocimiento-y- encuentro-presidencial.html
[3] ROMERO, Carlos. Despues de 27 años aún está vigente la tarea de “repensar el municipio”. Algo Sobre lo Municipal Blogspot. 27 de abril 2013. Online en: http://algomunicipal.blogspot. com/2013/04/luego-de-27-anos- aun-esta-vigente-la.html
[4] Palabras de instalación del Congreso de Municipios. 19 de abril 1911. Francisco Linares Alcántara. En: Pensamiento Político Venezolano Siglo XX. Actas y Conclusiones del I Congreso de Municipalidades de Venezuela. Congreso de la República de Venezuela. Edición Conmemorativa al Bicentenario de Natalicio de Simón Bolívar. 1983. Pp 17-18.
[5] SALAMANCA, Luis. Prólogo. En: Pensamiento Político Venezolano Siglo XX. Actas y Conclusiones del I Congreso de Municipalidades de Venezuela. Congreso de la República de Venezuela. Edición Conmemorativa al Bicentenario de Natalicio de Simón Bolívar. 1983. Página. XIX.
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