Con fecha 4 de diciembre de 2012, Saúl Arellano, en el portal web La Crónica de México informa sobre la evaluación de niveles de pobreza y resultados de un estudio sobre la distrubición de los recursos a los Municipios de México. La nota señala:
El pasado viernes, 2 de diciembre, el Consejo Nacional para la Evaluación de la Política Social (Coneval) dio a conocer los resultados del cálculo de la pobreza para los municipios de todo el país. Esta medición, la cual complementa la relativa a la medición multidimensional de la pobreza, así como el Índice de Rezago Social, termina por darnos la radiografía de la desastrosa política social que tenemos.
He sostenido antes y lo reitero ahora, que la evidencia con que contamos, permite decir que la desigualdad se ha convertido en una de las principales políticas del Estado, y más aún, forma parte constitutiva del diseño e implementación de los programas de gobierno y de los criterios generales de determinación presupuestal.
Ya desde hace meses el propio Coneval había presentado un detallado análisis en torno al Ramo 33, de cuya evaluación se desprende que el sistema de distribución de los recursos federales para entidades y municipios no tiene una relación adecuada con los niveles de pobreza, cobertura de servicios y carencias sociales que se viven en los ámbitos locales.
Lo que es más, hay entidades que pueden ser tomadas como ejemplo de modelos de fracaso en lo que al desarrollo y el incumplimiento de los derechos sociales en los municipios se refiere. Tómese por ejemplo, el estado de Guanajuato, el cual, desde la perspectiva de la Presidencia de la República y peor todavía, del gobernador Juan Manuel Oliva, sería un estado de alta competitividad e integración global, gracias a la presencia de varias de las principales armadoras mundiales de automóviles.
A pesar de ello, el Coneval muestra que en el año 2010, el municipio de León —el cual tenía en ese año una población de 1.43 millones de habitantes—, se encuentra nada menos que en el “top ten” de municipios con mayor número de personas en condiciones de pobreza; en efecto, la medición oficial nos dice que Ciudad Juárez, Toluca, Ecatepec, Nezahualcóyotl, Iztapalapa, Puebla, Acapulco y León, forman parte de esta nada honrosa lista.
Por si fuera poco, León también se encuentra en la “lista negra” de municipios con mayor número de personas en pobreza extrema; esto implica que más de 600 mil personas viven en pobreza, entre las cuales más de 67 mil se encuentran en pobreza extrema, es decir, en condiciones literales de hambre y carencia radical.
Adicionalmente, de los 46 municipios que integran al estado de Guanajuato, hay 39 en los cuales el porcentaje de población en condiciones de pobreza supera el 50%, con casos extremos como el municipio de Xichú, en donde más del 75% son pobres, o en Ocampo y Santa Catarina, en donde los porcentajes están ligeramente por arriba del 74%.
La pregunta obligada ante estos datos es: ¿Cuánto gana el Presidente Municipal de León? Según el Portal de Transparencia de la Presidencia Municipal de ese ayuntamiento, Ricardo Sheffield Padilla percibe un salario bruto de prácticamente 100 mil pesos mensuales, es decir, 3,278 pesos diarios, más una prima vacacional anual de más de 31 mil pesos, más un humilde aguinaldo anual de casi 135 mil pesos, más un humilde estímulo por Día de Reyes de casi 10 mil pesos.
En contraste, según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, en el tercer trimestre de 2011, en la ciudad de León había 38 mil personas en condiciones de desocupación. Adicionalmente, 24,324 personas no percibían ingresos por el salario que desempeñaban, mientras que 30,324 personas percibían menos de un salario mínimo al mes.
Otro ejemplo emblemático es San Miguel de Allende, una ciudad que forma parte del Patrimonio Cultural de la Humanidad; en este municipio, según la información del Coneval, el 63.7% de la población vive en condiciones de pobreza, lo cual implica más de 88 mil personas, con el elemento adicional de que tiene el peor Índice de Gini, es decir, es el municipio más desigual en toda la entidad. Nuevamente una pregunta: ¿Es aceptable que un municipio patrimonio cultural de la humanidad tenga estas condiciones?
Otro municipio es el de Moroleón, el cual, en la medición de la pobreza 2010 del Coneval, aparece con un 54.6% de su población en pobreza, y en donde el presidente municipal, percibe más de 61 mil pesos mensuales, más un aguinaldo nada despreciable de más de 80 mil pesos, lo que da un total anual, sin contar otros “estímulos y recompensas” de más de 820 mil pesos, para un municipio con menos de 50 mil habitantes.
La pregunta es, con esos resultados, ¿con qué cara cobran cada mes? Y que conste que se trata de municipios gobernados por el PAN, el PRI y el PRD, lo cual evidencia la cuestión de fondo: los partidos políticos están inundados de una enorme incompetencia e incapacidad para gobernar.
Lo que urge para nuestro país es frenar lo que Rolando Cordera ha llamado el “Federalismo Salvaje”, en el cual los gobiernos municipales, lejos de haber acumulado capacidades y desarrollado nuevos esquemas de gobierno y gestión, se han sumido en una lógica de depredación y de abuso, pues si su permanencia en el cargo fuese por resultados, la inmensa mayoría estaría hace mucho en la calle.
Fuente:
sarellano@ceidas.org
http://www.cronica.com.mx/nota.php?id_nota=620418
El pasado viernes, 2 de diciembre, el Consejo Nacional para la Evaluación de la Política Social (Coneval) dio a conocer los resultados del cálculo de la pobreza para los municipios de todo el país. Esta medición, la cual complementa la relativa a la medición multidimensional de la pobreza, así como el Índice de Rezago Social, termina por darnos la radiografía de la desastrosa política social que tenemos.
He sostenido antes y lo reitero ahora, que la evidencia con que contamos, permite decir que la desigualdad se ha convertido en una de las principales políticas del Estado, y más aún, forma parte constitutiva del diseño e implementación de los programas de gobierno y de los criterios generales de determinación presupuestal.
Ya desde hace meses el propio Coneval había presentado un detallado análisis en torno al Ramo 33, de cuya evaluación se desprende que el sistema de distribución de los recursos federales para entidades y municipios no tiene una relación adecuada con los niveles de pobreza, cobertura de servicios y carencias sociales que se viven en los ámbitos locales.
Lo que es más, hay entidades que pueden ser tomadas como ejemplo de modelos de fracaso en lo que al desarrollo y el incumplimiento de los derechos sociales en los municipios se refiere. Tómese por ejemplo, el estado de Guanajuato, el cual, desde la perspectiva de la Presidencia de la República y peor todavía, del gobernador Juan Manuel Oliva, sería un estado de alta competitividad e integración global, gracias a la presencia de varias de las principales armadoras mundiales de automóviles.
A pesar de ello, el Coneval muestra que en el año 2010, el municipio de León —el cual tenía en ese año una población de 1.43 millones de habitantes—, se encuentra nada menos que en el “top ten” de municipios con mayor número de personas en condiciones de pobreza; en efecto, la medición oficial nos dice que Ciudad Juárez, Toluca, Ecatepec, Nezahualcóyotl, Iztapalapa, Puebla, Acapulco y León, forman parte de esta nada honrosa lista.
Por si fuera poco, León también se encuentra en la “lista negra” de municipios con mayor número de personas en pobreza extrema; esto implica que más de 600 mil personas viven en pobreza, entre las cuales más de 67 mil se encuentran en pobreza extrema, es decir, en condiciones literales de hambre y carencia radical.
Adicionalmente, de los 46 municipios que integran al estado de Guanajuato, hay 39 en los cuales el porcentaje de población en condiciones de pobreza supera el 50%, con casos extremos como el municipio de Xichú, en donde más del 75% son pobres, o en Ocampo y Santa Catarina, en donde los porcentajes están ligeramente por arriba del 74%.
La pregunta obligada ante estos datos es: ¿Cuánto gana el Presidente Municipal de León? Según el Portal de Transparencia de la Presidencia Municipal de ese ayuntamiento, Ricardo Sheffield Padilla percibe un salario bruto de prácticamente 100 mil pesos mensuales, es decir, 3,278 pesos diarios, más una prima vacacional anual de más de 31 mil pesos, más un humilde aguinaldo anual de casi 135 mil pesos, más un humilde estímulo por Día de Reyes de casi 10 mil pesos.
En contraste, según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, en el tercer trimestre de 2011, en la ciudad de León había 38 mil personas en condiciones de desocupación. Adicionalmente, 24,324 personas no percibían ingresos por el salario que desempeñaban, mientras que 30,324 personas percibían menos de un salario mínimo al mes.
Otro ejemplo emblemático es San Miguel de Allende, una ciudad que forma parte del Patrimonio Cultural de la Humanidad; en este municipio, según la información del Coneval, el 63.7% de la población vive en condiciones de pobreza, lo cual implica más de 88 mil personas, con el elemento adicional de que tiene el peor Índice de Gini, es decir, es el municipio más desigual en toda la entidad. Nuevamente una pregunta: ¿Es aceptable que un municipio patrimonio cultural de la humanidad tenga estas condiciones?
Otro municipio es el de Moroleón, el cual, en la medición de la pobreza 2010 del Coneval, aparece con un 54.6% de su población en pobreza, y en donde el presidente municipal, percibe más de 61 mil pesos mensuales, más un aguinaldo nada despreciable de más de 80 mil pesos, lo que da un total anual, sin contar otros “estímulos y recompensas” de más de 820 mil pesos, para un municipio con menos de 50 mil habitantes.
La pregunta es, con esos resultados, ¿con qué cara cobran cada mes? Y que conste que se trata de municipios gobernados por el PAN, el PRI y el PRD, lo cual evidencia la cuestión de fondo: los partidos políticos están inundados de una enorme incompetencia e incapacidad para gobernar.
Lo que urge para nuestro país es frenar lo que Rolando Cordera ha llamado el “Federalismo Salvaje”, en el cual los gobiernos municipales, lejos de haber acumulado capacidades y desarrollado nuevos esquemas de gobierno y gestión, se han sumido en una lógica de depredación y de abuso, pues si su permanencia en el cargo fuese por resultados, la inmensa mayoría estaría hace mucho en la calle.
Fuente:
sarellano@ceidas.org
http://www.cronica.com.mx/nota.php?id_nota=620418
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