Ir al contenido principal

Hay que rescatar al municipio, producto de nuestra historia.

El diario Tal Cual, con fecha 8 de octubre de 2009, presenta en su página 21, en "aquí opinan", un interesante artículo titulado: ¿Poder "comunal" o "municipal"?, escrito por Graciela Soriano, transcribo ese artículo:

"La invasión de Napoleón había provocado -con el derrumbe de la monarquía- una crisis inédita de la legitimidad en el mundo hispánico. Ausente el Rey de España, preso en Bayoa, volvió la legitimidad al pueblo, y lelvó a éste al ejercicio de la soberania desde el municipio.
Se trataba de una institución, vigente desde tiempos romanos, heredada de la Hispania por siglos y que, desde 1808, como consecuencia de la reacción frente a la invasión francesa, constituyó el germen del desarrollo de las repúblicas independientes de toda América.
En Venezuela, Joaquín Gabaldón Márquez lo consideraba ráiz de la República, porque fue dede los "ayuntamientos" (y de las "juntas" devenidas de ellos en 1808) que entraron a la historia con autonomía e independencia los protagonistas de la política local, sectores representativos de la vida pública en las ciudades de la Monarquía de España, de lo que se dearrollarían las respectivas naciones idependientes del nuevo continente.
La reciente soi-dissant "revolución bolivariana" ganada por el centralismo y el afán de control absoluto de filiación cubana de todos los poderes por el gobernante es (y lo ha dejado saber) incompatible con el municipio. Como éste nutre la libertad y la autonomía que crea ciudadanía y genera ciudadanos, el régimen ha preferido afiliarse a una tradición extraña a la tradción hispánica qeu es la propia, para vincularnos a la idea del "poder comunal", extraña a la tradición cultural del hemisferio, y más vinculada al poder comunitario-campesino del mir rusos y el poder comunitario urbano de los soviets que Trotski habia animado exitosamente en Rusia en 1905.
Independientemente de quienes suscriban hoy la imposición de la idea del poder comunal, conviene saber que el modelo conciliar de gobierno que a cinco niveles (estatal, estadal, local, municipal, comunal) se propone hoy a los venezolanos anula a la república y a la ciudadanía porque sin autonomía fiscal ni política, es un obelisco politico-administrativo absoluta y verticalmente dependiente del poder central hegemónico.
Ni el mir, ni las comunas,ni los soviets vienen de la tradición de la ciudad, de la polis o civitas occidentales donde surgen y florecen la ciudadanía y los ciudadanos como hombres libres en busca del orden y de la autonomía de su destino.
El municipio -descuidado por la ciudadanía en los últimos tiempos de la democracia representativa- ha dado muestras de cansancio, cierto; han sido las que la propia sociedad en crisis -hoy cada vez más activa y esperamos, fecunda- le hubiera podido transmitir. Poro eso la institución municipal exige como comprensible urgencia su rescate. Sólo necesita consciencia, aliento y fuerza para nutrir la democracia hoy, reanimándose para activar la ciudadanaía y rescatar a la República como orden ideal y fuerte de convivencia y libertad. Totalmetne extraño a la tradición servil del mir ruso y a la filiación comunista de los soviets."

Comentarios